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Mischkyn

POLITICA. ¿EL FIN DE LA NORIA VASCA?

POLITICA. ¿EL FIN DE LA NORIA VASCA? ¿EL FIN DE LA NORIA VASCA?

En una metáfora recurrente se ha comparado la política vasca a una noria, que gira sin cesar, cansina, repetitiva.  También podría compararse, al menos hasta ahora, con el trabajo de Penélope, tejiendo durante el día para deshacer lo hilado durante la noche. Pero hasta esa excelente argucia  de la fiel dama para dilatar su matrimonio en la espera de Ulises tuvo un fin, que la leyenda sitúa pasados tres años de engaño colectivo.

Hay quien piensa que, tras las elecciones celebradas el pasado 9 de Marzo, también la noria vasca tiene sus días contados. Si, saltando las reglas de la prudencia, trasladamos los resultados producidos en esa jornada a los escaños del Parlamento vasco, encontraríamos que de los 75 escaños (la mayoría absoluta se sitúa, pues, en 38), 33 corresponderían al PSE y 16 al PP, con un retroceso considerable del tripartito gobernante del PNV, EA e IU. Distintos analistas han recurrido a elementos explicativos de este cambio cualitativo: el bipartidismo, el asesinato etarra de Isaías Carrasco que habría despertado una justa solidaridad hacia los socialistas heridos, el cambio sociológico con un paisaje vasco más normalizado y que no vive los problemas identitarios como tragedias griegas, el buen hacer de Patxi López y la valoración positiva de la actuación de Zapatero en el proceso de paz y en su gestión posterior, etc.

El PNV ha iniciado, lógicamente, un proceso de reflexión sobre las razones de su fracaso electoral. Imagino que muchos de ellos añorarán la pérdida del liderazgo de Imaz, quien, visto lo ocurrido, parece que acertó en su diagnóstico sobre el cambio social vasco, así como sobre la necesidad de adaptar el nacionalismo a los nuevos tiempos. Pero, ¿qué está ocurriendo en el nacionalismo vasco? Se tiene la sensación de que, tras más de un cuarto de siglo en el poder, su proyecto político está agotado. El Plan Ibarretxe, la obsesión por la consulta sobre el derecho a decidir y la ausencia de políticas públicas novedosas y atractivas han colocado al nacionalismo gobernante en una difícil posición, alejado de los intereses ciudadanos. Aparecen, además, otros síntomas comunes a los Partidos en crisis: la corrupción (el caso de la Hacienda de Irún es representativo de esta situación), la crisis interna y de liderazgo, los mensajes diversos (Imaz /Ibaretxe), etc. Es previsible que, tras su reflexión, su 'péndulo patriótico' vuelva a zonas más templadas, pero ya nada seguirá siendo igual.

Frente a ello aparece un Partido Socialista estratégicamente bien ubicado. Zapatero es un líder bien valorado en Euskadi. Patxi López ha recogido la mejor herencia del socialismo vasco de los últimos años. No debemos olvidar, en efecto, la buena gestión de aquellos Consejeros de los años 80: Ramón Jáuregui, Paco Egea y Paulino Luesma, con propuestas novedosas en los ámbitos económicos y laborales, José Ramón Recalde y el asesinado Buesa reformando radicalmente el sistema educativo en una complejísima labor de recuperación del euskara que ha sido poco reconocida socialmente, Freire colocando, en la estela de Azkuna, a la sanidad vasca como referente, y tantos otros que comenzaron a situar al socialismo vasco en posición de centralidad que hoy ocupa y se encarna en nuevas figuras como Eduardo Madina, Ernesto Gasco… De aquel gran esfuerzo de comprensión del otro nace posiblemente el apoyo actual de la ciudadanía vasca al socialismo. De aquel esfuerzo y del que se ha acometido de nuevo en estos últimos años, buscando posiciones integradoras.

Hay en el socialismo vasco dos grandes componentes que, cuando florecen, producen excelentes resultados: ese rostro de reflexión y gestión, y el otro, el de gentes como Froilán, como Isaías, gentes del pueblo que realizan una labor social llena de mérito y compasión hacia los que les rodean.

Y es posible que todo esto haga, por fin, que la noria vasca deje de girar sobre sí misma y se abra a horizontes de futuro esperanzados. Serán horizontes para la esperanza y quizá algún día podamos compartir entre todos en este país tan castigado la sentencia de Camus en La peste: 'hay en los hombres más cosasdignas de admiración que de desprecio'.  Seguiremos analizándolo.

2 comentarios

Mischkyn -

Muchas gracias, Dialga. Eres mi primer lector y me parece que todavía tengo que aprender mucho de lo bien que rematas tus trabajos. Pero me aplicaré y seguro que los vamos haciendo mejor.

Dialga -

Hola de nuevo.Es increible que rapido y bien haces los post.Sigue asi.