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Mischkyn

PRESENTACION. EL IDIOTA DE DOSTOIEVSKI COMO REGALO.

PRESENTACION. EL IDIOTA DE DOSTOIEVSKI COMO REGALO.

PRESENTACIÓN: EL  IDIOTA DE DOSTOIEWSKY COMO REGALO.

Todos tenemos algunos libros de cabecera a los que volvemos una y otra vez, buscando en ellos elementos estéticos, certezas morales, juegos de palabras, recuerdos de otros tiempos… En mi caso, uno de mis amores recurrentes es El idiota, esa extensa novela que alguien ha querido ver como guiño autobiográfico del propio Dostoievski.

¿Qué es lo que nos impresiona de esta novela? ¿Dónde radica su atractivo? Posiblemente en la lenta y meditada construcción del personaje que da título a la obra. Se trata, como es sabido, de un príncipe, el príncipe Mischkyn,  que regresa a Rusia tras recibir tratamiento en Suiza de su enfermedad, la epilepsia. Ya en el tren que le traslada de vuelta a su patria intentará recobrar su vida personal, social… Dos características determinan su forma de vida: una infinita bondad y una sinceridad asociada a ella que parece condenada a ser castigada en cada momento. Sin embargo, esa bondad, arrojada sobre el rostro de la sociedad de su tiempo, le va convirtiendo en una figura deseada, fuerte, en el triunfo de un componente ético en una sociedad que, como la moderna, parece condenada desde Maquiavelo a Hobbes, a reconocer en la maldad una especie de virtud natural del ser humano.

Dostoievski, con este personaje, lanza una carta despiadadamente moral, una apuesta radical por la posibilidad de un extraño triunfo de la  bondad en el mundo. Así, el idiota parece dejar de serlo y convertirse en un aldabonazo contra nuestras conciencias, en una llamada a repensar un mundo sin principios, sin ética y, derivadamente, como nos recordó en su día el profesor Valverde, sin estética.  El príncipe Mischkyn es, sin duda, un reto absoluto en nuestro tiempo, una exigencia moral sin condiciones que llama a nuestras almas y nos repite, como en un martilleo incesante, que ‘otro mundo es posible’.

Por esas trampas de nuestra memoria, acostumbro a asociar a este personaje con otra figura de relevancia histórica: Bertrand Russell. En un conocido texto de su Autobiografía (por cierto, ¿para cuándo su reedición?), Russell escribía:

Tres pasiones, sencillas, pero tremendamente fuertes, han regido mi vida: el deseo de amar y ser amado, la búsqueda del saber y una compasión, superior a mis fuerzas, por el sufrimiento de la humanidad…Busqué primero –continúa el Lord inglés- el amor, porque trae consigo el éxtasis –éxtasis tan grande que muchas veces hubiera sacrificado yo el resto de mi vida por unas pocas horas de su gozo. Lo busqué también, porque el amor alivia la soledad –esa terrible soledad en la que el tembloroso ser que tiene conciencia de sí mismo se soma al borde el universo y ve un frío abismo sin fondo y sin vida-. Y lo busqué finalmente porque en la unión que es amor he visto, como en mística miniatura, la visión anunciadora de ese cielo que los santos y los poetas han imaginado. Eso es lo que busqué, y aunque parezca quizá demasiado gozo para el hombre, eso es lo que, al fin, he encontrado.

Con el mismo apasionamiento busqué el saber (..). El amor y el saber, en cuanto me fueron posibles, me levantaron hacia arriba, hacia los cielos. Pero la compasión me devolvió siempre a la tierra. Ecos de gritos de dolor reverberan en mi corazón. Niños hambrientos, víctimas torturadas por opresores, ancianos inválidos que son sólo una carga odiada para sus hijos, y todo ese mundo de soledad, pobreza y sufrimiento convieerte en burla lo que la vida humana debiería ser. Aspiro con toda mi alma a aliviar el mal, pero no puedo, y sufro. Esta ha sido mi vida. La juzgo digna de vivirse y, si se me diera la oportunidad, volvería a vivrla con gusto'.   

El objetivo de este blog será intentar trasladar esas miradas ingenuas hacia el mundo que nos rodea. Son ámbitos de mi interés la política, en un inento de construir una sociedad más justa, la historia, para evitar repetir los trágicos errores, la educación, que es el nombre del futuro. A hablar de todo ello quiero dedicarme. Y espero que no sea un soliloquio, sino un diálogo, porque las otras voces son los sonidos celestes. Gracias.

2 comentarios

Vailima -

Saludos de nuevo. Compruebo gracias a cierto soplón, que te has decidido a escribir el primer post de esta bitácora que se adivina interesante.
Te deseo mucha suerte y espero que el segundo de tus post no tarde tanto en nacer como su predecesor.
un saludo

p.s. me he confundido y he colgado este comentario en el post anterior. Lo vuelvo a copiar aquí que es donde debe estar.

Dialga -

Hola mischkyn,ya has escrito!Felicidades espero que sigas asi y que te lea y te escriba mucha gente.